Desde las 09:00 hasta antes de las 13:00 se atendió a todas las personas que estaban en el sitio, dijo Leonardo Martínez, subsecretario de Relaciones Exteriores del Litoral.
Mañana continuará la atención de 08:30 a 13:00 y, en caso de ser necesario por la demanda, se prolongará la jornada, según indicó.
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Desde la tarde del jueves que se reanudó la atención con la llegada de un nuevo lote de 3.996 pasaportes, hasta ayer se entregaron 680 libretines, otros 3.000 se emitirán a partir de mañana y los restantes serán para casos de emergencia, añadió Martínez.
Quienes recibieron los pasaportes debieron pasar la noche afuera de la oficina.
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A las 23:00 del viernes pasado, Rody Vergara, de 28 años, ya estaba repuesto de la sensación que sintió cuando se aprestaba a ingresar a la oficina de pasaportes y se lo impidieron, porque le indicaron que “ya no habían más cupos”.
Recordó que después de las 14:00 de ese día cerraron las puertas de la entidad, y él, y cerca de un centenar de personas, quedaron afuera, sin poder tramitar el libretín.
A esa hora –refirió– que le quedaba como consuelo saber que tiene el primer turno. Aquello le dio ánimos en su tercera noche a la intemperie.
Hugo Lara, de 50 años, tuvo la iniciativa de anotar los nombres de los que quedaron rezagados. Lo hizo para evitar el caos propio de la desesperación. Y más que eso, para evitar que “algún sabido” intente meterse en la columna.
“Aquí estamos sin comer, sin dormir, a la intemperie, ni siquiera nos prenden la luz, pero aquí nos tienen que atender”, expresó Lara.
Quienes se quedaron pasaron apuros por la leve lluvia que por instantes amenazaba con volverse intensa, y que los obligaba a refugiarse en el portal de la dependencia.
Los usuarios se quejaron contra la Policía porque hasta las 23:00 de ese día no se presentaron para darles protección. Otros reclamaron porque no se ha dispuesto la colocación de letrinas en el lugar.