Pero también hay ciudadanos que prefieren ver este proceso con escepticismo y cautela, y otros, como los que tienen propiedades en las zonas de playa, rechazan el proyecto porque creen que lo único que va a cambiar en los tres cantones es que habrá más burocracia.
“Por principio me opongo a que se divida más el país, soy más bien partidario de que se unan provincias para que se desarrollen”, aseguró Rodrigo Pesántez, quien tiene un condominio en el sector de San Lorenzo por el que pagó 200 dólares de impuesto predial al Municipio este año.
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Señaló que las autoridades seccionales deben preocuparse más bien por dotar de obras al cantón. “Salinas solo tiene tres cuadras pavimentadas, las demás están descuidadas”, dijo.
De igual forma se expresaron los esposos Leonard y Marcia Smith, propietarios de un condominio en el edificio Balboa.
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Marcia Smith sugirió que las partes en conflicto (autoridades seccionales de la península, de la provincia del Guayas y del Gobierno Nacional ) deben buscar el diálogo directo y no la confrontación para encontrar alternativas viables para el progreso de los tres cantones.
El artista Mario Maldonado (del grupo La Tromba) sostuvo que más allá del anhelo peninsular, se debe reclamar a quien ha incumplido por este sector. El Consejo Provincial es responsable de caminos vecinales y vías a comunas, pero el sector urbano es responsabilidad de los municipios, aseveró.
Para Susana Salinas, capacitadora de la Espol en Santa Elena, la península es proveedora de turismo, pesca y agricultura, pero ni el Consejo Provincial ni el Gobierno le han brindado la atención que merece y han sido las ONG las que han actuado.
Pero Silvia Barros, funcionaria del Banco Nacional de Fomento (BNF) en Santa Elena y quien labora en zonas rurales, afirmó que en el tema de la provincialización no está claro el destino de gran parte de poblados amparados en la Ley de Comunas y que con una nueva división política tendrían que pagar impuestos.