Amillia Taylor, la bebé más prematura del mundo, nacida a las 21 semanas y seis días de gestación, salió este miércoles de un hospital en Miami (sudeste de Estados Unidos) hacia su residencia tras cuatro meses en cuidados intensivos.
Amillia debía salir el martes del Hospital Bautista de Niños de Miami, en donde nació en octubre, "pero los médicos la mantuvieron un día adicional como precaución", indicó la institución en un comunicado.
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La "bebé milagrosa", como la llamaron sus médicos, está "saludable y llena de vida", según el hospital, y "lo suficientemente bien como para que sus padres la cuiden en casa".
"Estamos encantados", dijo la madre de la bebé, Sonja Taylor, al abandonar la clínica, mientras su padre, Eddie, aseguró que tiene en la residencia el equipo médico necesario para cuidar a la niña. "Ya todo eso está listo", dijo.
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La bebé, que estuvo en el vientre de su madre poco más de cinco meses, ahora pesa 1,8 kilos, pero cuando nació el 24 de octubre pesó tan sólo 280 gramos y midió 24 centímetros, un poco más grande que un bolígrafo, según el hospital.
Amillia es la sobreviviente más prematura registrada jamás, y no se conoce ningún caso de una criatura nacida antes de las 23 semanas de gestación que haya sobrevivido, según la Universidad de Iowa, que lleva un registro sobre bebés prematuros.
La bebé nació mediante cesárea tras varios intentos por evitar su llegada. Respiraba sin ayuda e incluso intentó llorar en varias ocasiones.
Según la Asociación Americana de Pediatras, bebés de menos de 23 semanas y menos de 400 gramos de peso son inviables. Un embarazo completo se gesta en 37 a 40 semanas.
Pero los médicos advirtieron que el caso de Amillia es "excepcional", aunque podría forzar una nueva evaluación en torno a los estándares de viabilidad.
"No queremos que la gente piense que estamos estableciendo una nueva tendencia", dijo el neonatólogo Paul Fassbach, del mismo hospital.
Por su parte, Smalling destacó la "dramática mejora" a través de los años de la tecnología disponible para salvar a bebés prematuros. "Hoy en día podemos salvar bebés que no hubiesen sobrevivido hace 10 años", afirmó.