Unos toques de ‘androstadienone’, la feromona que se encuentra en el sudor de los hombres y, como aditivo, en numerosos perfumes y lociones, bastan para incrementar los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés y también con el estímulo sexual en las mujeres, según el estudio.

Publicado en el último número de la revista Journal of Neuroscience, la investigación indica que los humanos, al igual que las ratas, mariposas y polillas, por ejemplo, segregan un olor que afecta al sexo opuesto.

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“Es la primera vez que se ha demostrado que se puede inducir un cambio en el nivel hormonal de las mujeres al inhalar un componente identificado del olor masculino”, dijo Claire Wyart, directora del estudio.

La investigación parte de otras anteriores  que demostraron que el componente químico ‘androstadienone’ puede cambiar el estado de ánimo y excitar a las mujeres.