El ex dictador iraquí Saddam Hussein fue enterrado este domingo en su pueblo natal de Awja, cerca de Tikrit, en presencia de algunos familiares y miembros de su tribu, un día después de su ejecución en la horca, que fue filmada y difundida por internet.
El vídeo completo de la ejecución de Saddam Hussein, divulgado en la red, revela que testigos de su ahorcamiento le gritaron el nombre de su peor enemigo chiita unos instantes antes de su muerte.
"Saddam Hussein fue enterrado el domingo a las 04:00 (01:00 GMT), en un edificio construido durante su gobierno, en el centro de Awja (180 km al norte de Bagdad). Los estadounidenses querían enterrarlo lo antes posible", explicó Mussa Faraj, un miembro de la familia del ex presidente, que asistió a los funerales.
"Varios centenares de miembros de la tribu de Saddam, los Albu Nasser, estaban presentes, entre ellos el jeque Ali al Nida. El gobernador de Salaheddin, Hamed al Chakti, también estaba en el lugar", añadió.
"Las fuerzas de seguridad iraquíes bloquearon las entradas al pueblo que llevan a Tikrit, desde el sábado, antes de la ejecución de Saddam Hussein", precisó Mussa Faraj.
El ex presidente no fue sepultado en un cementerio, sino en un edificio perteneciente a su familia, habitualmente reservado a la exposición pública de los cuerpos y a las ceremonias fúnebres, precisó este pariente.
Un allegado al primer ministro, Nuri al Maliki, que pidió el anonimato, confirmó que Saddam fue enterrado en una propiedad familiar en Awja, y explicó que su cuerpo había sido transportado de Bagdad a Tikrit en un helicóptero del Ejército estadounidense.
El ex presidente iraquí nació Awja, a cuatro kilómetros al sur de Tikrit, bastión de la tribu de los Albu Nasser. Allí están enterrados sus hijos Udai y Qussai, a quienes mató el ejército estadounidense el 22 de julio de 2003.
Una fuente cercana a Maliki había explicado el sábado que el cadáver de Saddam Hussein no saldría del país. Dos de las hijas de Saddam, Raghad y Rana, habitan en Jordania, y su viuda Sajida y su tercera hija, Hala, viven en Doha (Qatar).
El sábado, la televisión iraquí mostró imágenes de Saddam Hussein llegando al cadalso sereno, sujetando un Corán con sus manos atadas, negándose a que le pusieran una capucha, empujado a la horca por dos enmascarados que le colocaron una soga en torno al cuello.
Las imágenes se detenían en esta última secuencia y no mostraban el ahorcamiento, pero un vídeo de calidad y sonido mediocres, al parecer filmado con un teléfono móvil por uno de los testigos de la ejecución, estaba disponible el domingo en internet.
El ex dictador no deja entrever ningún signo de emoción, y da muestra de un aplomo difícil de creer. "¡Moqtada, Moqtada!", espetan algunas personas, en referencia al líder radical chiita Moqtada Sadr, cuyo padre, Mohamed Sadeq Sadr, y tío Mohamed Baqer Sadr, fueron asesinados respectivamente en 1999 y 1980 por el régimen de Saddam.
El condenado recita una primera vez la shahada, la profesión de fe musulmana que consiste en declarar la fe en un único Dios, Alá, y en la profecía de Mahoma, y comienza su segunda plegaria. Con un estrépito metálico, la trampilla se abre cuando Saddam pronuncia el nombre del profeta.
El ex presidente cuelga de la cuerda, con el cuello roto. Saddam Hussein ha muerto, aunque sus ojos siguen abiertos.
Saddam Hussein, de 69 años, fue ejecutado en la horca al amanecer del sábado, casi cuatro años después de haber sido derrocado por Estados Unidos.
Tras dirigir el país con mano de hierro durante casi 25 años, desde 1979 hasta 2003, fue condenado a muerte el 5 de noviembre tras un juicio severamente cuestionado por organizaciones de defensa de los derechos humanos, a raíz de la matanza de 148 aldeanos chiitas en el poblado de Dujail en represalia por un atentado frustrado en su contra en 1982.
Una serie de atentados dejaron el sábado 77 muertos en Iraq, donde diciembre terminó también de manera sangrienta para los estadounidenses, que perdieron a 107 soldados en su mes más mortífero en el país árabe desde noviembre de 2004.