Un fuerte movimiento en la música se presenció en estos doce meses dentro de programas específicos o no, en espacios abiertos y cerrados.

La fuerza que cobraron las orquestas sinfónicas y grupos de cámara fue el mayor acierto en el ámbito musical guayaquileño de este 2006.

Publicidad

Así lo afirma el crítico de arte Juan Castro y Velázquez y con él coinciden los directores Davit Harutyunyan y Patricio Jaramillo y los músicos Fernando Gil, Jorge Saade y Reinaldo Cañizares.

Jaramillo agrega que el presente año significó el comienzo de un esfuerzo conjunto de integración que habrá en la ciudad para difundir “a gran variedad de público la música popular y la música clásica”.

Publicidad

El trabajo compartido entre las sinfónicas y grupos de cámara se evidenció en la conducción de directores en orquestas de las cuales no eran titulares.

Por ejemplo, Harutyunyan, director de la Sinfónica de Guayaquil, tomó la batuta con las orquestas sinfónicas Juvenil de Guayaquil y Nacional; y Álvaro Manzano, de la Orquesta Sinfónica Nacional, y Jaramillo, de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guayaquil, dirigieron a la Sinfónica guayaquileña.

Gil explica que otro aspecto del crecimiento de la música en Guayaquil durante este año es la variedad  que ha ofrecido la Orquesta Sinfónica de Guayaquil. Entre ellos se señalan los conciertos Jaramillo Sinfónico y Cinema Sinfónico. “Aunque lamentablemente este año el grupo no viajó al exterior hay que reconocer que la labor que está haciendo internamente es de calidad”, manifiesta Saade.

Castro y Velázquez menciona que una actividad que congregó la unión de los grupos y solistas musicales fue la fiesta mozartiana que se desarrolló en enero pasado, con motivo de conmemorarse los 250 años de nacimiento del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart.

El crítico de arte califica de acertada la creación en junio de este año del Fondo Jóvenes Talentos, el cual adoptó el nombre de Evelina Cucalón de Fougères, impulsora de la música en Guayaquil y quien falleció en agosto pasado.

Cañizares, Gil, Castro y Velázquez y Jaramillo comparten el criterio de que los jóvenes músicos se destacaron en este 2006. Constan, por ejemplo, el pianista Mangfred Mora, quien participó con la Orquesta Sinfónica de Guayaquil y debutó en Estados Unidos. Asimismo, está el violinista Isaac Ormaza, quien mediante el Fondo Jóvenes Talentos, cursa estudios en Bélgica.

Harutyunyan y Cañizares resaltan de este año la aparición del Coro de la Sinfónica de Guayaquil, “que permite diversificar los repertorios”, señala este último.

Saade comenta que en Guayaquil estuvieron invitados músicos extranjeros, “aunque la ciudad de mayor concentración fue Quito”. Gil y Harutyunyan no mencionan cantidad, pero sostienen que esos visitantes internacionales conocieron el talento que hay en el país y que los músicos nacionales se enriquecieron del talento foráneo.