El gobierno de Colombia reanudó ayer las fumigaciones de los cultivos ilícitos en los departamentos de Putumayo y  Nariño, pero advirtió que respetará la franja de 10 km en la frontera con Ecuador, señaló ayer un reporte de la Policía Antinarcóticos de ese país.

Colombia había suspendido las aspersiones en enero pasado, a pedido de la Cancillería ecuatoriana.

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Ante ello, el presidente electo ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró que su gobierno se opondrá a estas operaciones y que el gobierno colombiano deberá realizar la erradicación de cultivos ilícitos a pie.

Según estimativos de la Policía Antinarcóticos, la suspensión de las fumigaciones en la zona fronteriza, en enero pasado, permitió a los narcotraficantes incrementar el área cultivada de coca.

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Los cálculos policiales indican que esos cultivos crecieron en Nariño (fronterizo con las provincias de Carchi y Esmeraldas) de 2.500 hectáreas en diciembre del 2005 a 3.450 en septiembre pasado; y en Putumayo (fronterizo con Sucumbíos), de 3.496 a 6.750 hectáreas.

Colombia se comprometió a inicios de año a suspender las fumigaciones en la frontera con Ecuador, como respuesta a los reclamos de Quito acerca de los efectos nocivos sobre los pobladores y animales del químico glifosato, usado en las aspersiones.

El informe de la Policía Antinarcóticos subraya que “las operaciones se desarrollarán con respeto de la soberanía del Ecuador”, y recordó que un informe de la OEA concluyó que el glifosato “no presenta riesgo para la salud humana y el medio ambiente”.