El Vaticano decidió mostrar por primera vez al público el sarcófago con los restos de San Pablo, localizado en la basílica romana dedicada al apóstol y cuya identificación arqueológica acaba de ser confirmada, anunció este lunes el cardenal Andrea Cordero di Montezemolo, arcipreste del templo.
Una ventana, llamada "fenestella", fue realizada por los arqueólogos del Vaticano en el altar mayor de la basílica de San Pablo Extramuros de Roma con el fin de que los fieles puedan admirar el sarcófago del santo, quien fue enterrado en ese lugar.
"No hay ninguna duda de que el sarcófago encontrado bajo el suelo de la basílica de San Pablo es el del apóstol", explicó el arcipreste del templo, en una conferencia de prensa.
La autenticidad de la tumba de San Pablo, decapitado en el año 67 en Roma, fue confirmada tanto por los expertos como por el purpurado.
Las excavaciones en la tumba del apóstol comenzaron en 2002 y concluyeron en septiembre del 2006.
El sarcófago, que data del año 320, se encontraba enterrado debajo de una antigua cubierta de mármol con la inscripción en latín "Pavlo, Apostolo Mart" (Pablo, apóstol y mártir).
La tumba fue atribuida formalmente en el 2005 a San Pablo y desde entonces los expertos del Vaticano estudian la posibilidad de abrir la tumba para analizar su contenido.
"Nunca fue abierta. Siempre estuvo cerrada y bien protegida", señaló el arzobispo Montezemolo.
La Basílica de San Pablo Extramuros es una de las iglesias más grandes de Roma después de San Pedro y fue construida en el siglo IV por orden del primer emperador cristiano, Constantino.
El templo, que se incendió varias veces en el curso de su milenaria historia, fue reconstruido en numerosas oportunidades.
Pablo de Tarso, originalmente Saulo, también llamado San Pablo Apóstol y San Pablo de Tarso, es considerado por muchos cristianos como el discípulo más importante de Jesús, a pesar de que nunca llegó a conocerlo.
Nació entre el año 5 y el 10 en Tarso, en la región de Cilicia, en la costa sur del Asia Menor (la actual Turquía). La ciudad de Tarso tenía concedida la ciudadanía romana.
En el año 36 se convirtió al cristianismo gracias a una aparición de Cristo, cuando se dirigía a la ciudad de Damasco, según cuenta el libro bíblico de los Hechos de los Apóstoles.