Los abogados de las partes y decenas de habitantes, incluidos niños de una escuela fiscal de esta población selvática, a unos 300 km al sureste de Quito, se presentaron ante el juez Germán Yánez para cumplir la inspección número 46 de las 122  planteadas inicialmente en el pleito judicial que empezó en mayo del 2003.

Hoy los demandantes esperan que se ratifique su pedido de renuncia a 64 inspecciones más de su lado. “La cantidad que ya tenemos basta para probar el caso... el 100% de los sitios inspeccionados muestran fuentes de contaminación dejadas por Texaco”, dijo Steven Donziger, uno de los abogados estadounidenses que asesora a los demandantes.

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Alejandro Callejas, abogado de la petrolera, negó  querer alargar el proceso y señaló que quisiera “terminar a la brevedad, pero con la verdad”.