El conflicto entre Uruguay y Argentina por las plantas de celulosa ganaba protagonismo ayer en la XVI Cumbre Iberoamericana, mientras ambientalistas argentinos cortaban pasos fronterizos y erigían un muro en la ruta hacia uno de los puentes binacionales.
El gobierno del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, impulsa una resolución “política” al problema en el marco de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y Europa, que se desarrolla en Montevideo con las migraciones y el desarrollo como tema central.
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En su discurso inicial, Kirchner pareció aludir al enfrentamiento que Argentina y Uruguay mantienen desde hace dos años.
La empresa finlandesa Botnia construye en Fray Bentos, sobre el limítrofe río Uruguay, una planta de celulosa, emprendimiento al que Argentina se resiste aduciendo motivos ambientales.