Aunque tiene un poco de problemas para escuchar, por  sus 81 años de edad, el pastor evangélico Yiye Ávila aseguró que su cuerpo está envejecido, pero su espíritu no, porque se renueva todos los días gracias al poder de  Dios.

Mientras se preparaba para dar una rueda de prensa en Guayaquil, ayer señalaba con frecuencia: “Precioso es el Señor Jesucristo”, “Bendito sea el Señor Jesucristo”.

Publicidad

Ávila dijo que en su cuerpo mora el Espíritu Santo y que todos los días se comunica con Dios. Lleva 45 años dedicado a Jesucristo y  es líder del ministerio evangélico Cristo Viene.

Se inició después de que su padre lo inscribió en una universidad donde los estudiantes debían leer la Biblia en la mañana, tarde y noche. Cuando empezó a predicar siempre le pedía a Dios que lo curara de la artritis reumática que lo aquejaba, pero no recibía respuesta, entonces, un día mientras oraba dijo: “Señor, si tú me sanas yo te sirvo”, y cuenta que al día siguiente estaba libre de su problema de salud, y que fue ahí cuando comprendió que debía dedicar toda su vida a predicar la palabra de Dios.

Publicidad

De las experiencias adquiridas durante su ministerio, el pastor puertorriqueño aseguró que  son muchas y por eso publicó su libro Mis experiencias con Jesús, donde   revela  más de cincuenta.

Una de las pruebas más grandes a las que Dios lo ha expuesto –dijo– fue el asesinato de su hija Ilia, de 30 años, quien fue apuñalada por su esposo.

“Fue una prueba muy dura, pero  Dios  estuvo a mi lado para fortalecerme, por ello a los dos días de haber sepultado a mi hija fui a visitar a mi yerno a la cárcel y él aceptó a Dios. Ahora,  aunque está preso, predica y es un siervo fiel de nuestro Señor”, manifestó Ávila.

La gira del predicador, denominada Impacto de Dios 2006, se inició anoche en el estadio Rafael Vera Yépez de  Babahoyo.

Hoy y mañana está prevista la presencia de Ávila en Guayaquil con dos actos que se llevarán a cabo en el estadio Modelo, desde las 18h00.

Además, en horas de la mañana ofrecerá una charla para pastores en las Asambleas de  Dios, ubicada en Luque y Rumichaca.