Lágrimas Negras es un disco de esos que se quedarán para siempre en el recuerdo. Que significa el encuentro de dos grandes de la música, Bebo Valdés y Diego el Cigala, para interpretar boleros clásicos, que son parte de la cultura latinoamericana y hoy interpretados en voz flamenca.
El Cigala, uno de los cantautores flamencos más importantes del mundo, aunque no llegó a la capital junto con Valdés, sí lo hizo con una banda de músicos, quienes interpretaron junto a él temas como Inolvidable, Veinte años, Se me olvidó que te olvidé, Corazón loco, Lágrimas Negras, Vete de mí.
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Dieguito, como le conocen en el mundo gitano, le rindió homenaje a uno de los poetas más importantes de España, Rafael Alberti, de quien interpretó el poema, La Paloma.
Asimismo, recordó al artista Pablo Picasso de quien piensa es el pintor más flamenco de la historia. Esto le llevó a componer el trabajo Picasso en mis ojos, el cual también lo presentó en la capital.
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En el espectáculo se conjuntaron varios aspectos de la vida de el Cigala. Su amor por la poesía y la pintura. La admiración por Bebo Valdés, de quien confiesa llora cuando lo escucha tocar el piano.
Hubo también espacio para desbordar la alegría del flamenco. Luego de volver al escenario aproximadamente a las 22h00 y cuando el público deliraba porque acababa de interpretar Dos gardenias.
Dieguito sentenciaba: “¿Falta un poco más de bulería? ¿Verdad?”. Ahí fue cuando el entusiasmo lo llevó a bailar en medio de los sonidos de la guitarra, de las luces y 2 pantallas.
La elegancia de sus manos y su traje negro anunciaban que era el clímax de la velada.
El público estaba de pie y aplaudiendo. El Cigala no terminaba de moverse. Agradecía y aprovechaba el momento para irse. Consciente de que su sonrisa y baile se quedarían permanentes como una pintura o una fotografía, en la mente de los asistentes.