La ciudad de Miami honró el viernes pasado con una calle a don Ramón Puig, el popular sastre de origen cubano que durante más de 60 años ha vestido con la tradicional guayabera a presidentes, artistas y actores de todo el mundo.
Puig, de 85 años, oriundo de Las Villas (Cuba), dijo sentirse muy feliz por este reconocimiento a su trabajo y aseguró orgulloso que no tiene competidor en la confección de este tipo de prenda típica cubana.
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Afirmó que la clave del éxito de sus guayaberas de línea tradicional radica en el corte de las telas, ya que según manifestó, “el cortar es un arte, un don que da Dios, y a mí me lo ha dado”.
Los japoneses, explicó Puig, “hacen guayaberas preciosas”, pero “no tienen el sistema de corte” ni los “moldes que yo uso”, y aprovechó para señalar que gracias también a sus excelentes costureras, él ha convertido la guayabera en una “prenda universal”.
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Entre los mandatarios que han vestido sus guayaberas figuran los presidentes de EE.UU. Ronald Reagan y George W. Bush, el ex presidente del gobierno español José María Aznar, el de Nicaragua Daniel Ortega y el de Venezuela Carlos Andrés Pérez.
Después de más de treinta años al frente de La Casa de las Guayaberas, ubicada en la famosa Calle Ocho de Miami, Puig confiesa que posee “el privilegio de no haber confeccionado nunca guayaberas a Fidel Castro”.
El sastre cuenta la anécdota de cómo en una ocasión, “con mucho secreto”, recaló en la tienda un sacerdote que le facilitó las medidas de una persona interesada en adquirir esta prenda. “Yo me di cuenta por las medidas de que era para Fidel, porque eran tallas muy altas” y, tras aducir una serie de inconvenientes para su confección, rechacé el pedido, comentó Puig.
Actores como Robert Duval, Andy García o Sylvester Stallone son clientes asiduos que solicitan con frecuencia guayaberas de hilo o lino, cuyos precios pueden alcanzar los 500 dólares.
La calle Ramón Puig está en una sección de la Calle Ocho, un homenaje merecido a este diseñador de la cómoda y elegante prenda cubana.