Un testigo de la autopsia de Diana de Gales ha negado que la princesa estuviera embarazada en el momento de su muerte, como sostiene el dueño de los almacenes londinenses Harrods, el millonario egipcio Mohamed Al Fayed.
Robert Thompson, director de una morgue de Londres en la que se hizo el examen del cadáver, sostiene ese dato en el documental Quién mató a Diana, que la televisión británica Sky One emitirá mañana y cuyo contenido adelantó ayer la prensa.
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Al Fayed mantiene que el accidente automovilístico que acabó con la vida de Lady Di en 1997 en París se debió a una conspiración orquestada por la familia real británica porque ella estaba embarazada de su hijo, Dody Al Fayed, muerto también en el siniestro.
Según el millonario egipcio, el cadáver de Diana fue embalsamado en Francia, antes de su traslado al Reino Unido, para eliminar las pruebas del embarazo. Sin embargo, Thompson asegura que el embalsamamiento no fue completo, ya que solo cubría el cuerpo de cintura para arriba, y que se efectuó por motivos estéticos para garantizar la buena presencia del rostro de Lady Di.
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“No vi ninguna prueba del embarazo en el cuerpo. Mi conclusión debe ser que no estaba embarazada”, afirma el responsable de la morgue.