La programación de una buena parte de los canales está llena de telenovelas. El género da para todo. ‘La fea más bella’ es un reciclaje mexicano de ‘Betty, la fea’ donde la protagonista pierde el encanto de su inteligencia y humor para convertirse en una tonta caricatura. ‘América’, en cambio, continúa la sólida tradición brasileña de teleseries. Abundantes escenas de cama o un erotismo subido de tono son la oferta de melodramas del tipo ‘Juegos prohibidos’.
Dentro de la oferta televisiva, las telenovelas son las favoritas de gran parte de los ecuatorianos. Solo basta revisar la programación de los canales para darse cuenta que mañanas, tardes y noches los melodramas reinan en las pantallas.
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Para Gamavisión son su especialidad. Para Ecuavisa y TC son las puntas de lanza de sus estrategias de programación. En estos tres canales se llega al extremo de programar telenovelas aun después de la medianoche. Canal Uno también tiene extensos horarios dedicados a las teleseries. Teleamazonas mucho menos. De la fiebre solo se escapan Telerama y RTS.
Existen actualmente 37 telenovelas que se pasan en la televisión diariamente: ‘Rebelde’ (Gamavisión), ‘La fea más bella’ (Gamavisión), ‘Código postal’ (Gamavisión), ‘América’ (Ecuavisa), ‘Tierra de pasiones’ (Ecuavisa), ‘La esclava Isaura’ (Ecuavisa), ‘Chocolate con pimienta’ (Ecuavisa), ‘Floricienta’ (Teleamazonas), ‘La verdad oculta’ (Gamavisión), ‘La tormenta’ (Ecuavisa), ‘María la del barrio’ (Gamavisión), ‘Cabocla’ (Ecuavisa), ‘Clase 406’ (Gamavisión), ‘Duelo de pasiones’ (Gamavisión), ‘Mariana en la noche’ (Gamavisión), ‘Juego limpio’ (Gamavisión), ‘Olvidarte jamás’ (TC), ‘Alma pirata’ (Teleamazonas), ‘Lorena’ (TC), ‘Vivan los niños’ (Gamavisión), ‘Los reyes’ (TC), ‘Gata salvaje’ (TC), ‘Juegos prohibidos’ (TC), ‘Mi gorda bella’ (TC), ‘Soñar no cuesta nada’ (TC), ‘Sueños de juventud’ (Gamavisión), ‘Mi pequeña traviesa’ (Gamavisión), ‘Corazón al límite’ (Gamavisión), ‘Merlina’ (TC), ‘Barrera de amor’ (Gamavisión), ‘Ángel rebelde’ (TC), ‘El vuelo de la cometa’ (Ecuavisa), ‘Heridas de amor’ (Canal Uno), ‘Peregrina’ (Canal Uno), ‘Chis Garabiz’, ‘El diario de Daniela’ (Gamavisión), ‘El amor no tiene precio’ (Canal Uno).
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Se puede hablar de que hay más de 2.500 minutos de telenovelas en las pantallas ecuatorianas (un tiempo referencial, no exacto). Lo cual es muy superior a cualquier otro género o tipo de programación. No es exagerado decir que las novelas han dejado de ser una opción para convertirse en una razón de ser para la televisión ecuatoriana.
¿Por qué? Las preferencias del público son una causa, sin duda. Entre los programas más vistos en el último mes, aparte de las finales del Mundial 2006 y del Miss Universo, están las telenovelas: ‘La fea más bella’, ‘Tierra de pasiones’, ‘América’, ‘Lorena’, ‘Olvidarte jamás’, ‘Rebelde’ y ‘Floricienta’. Sin embargo, las diferencias regionales cuentan y mucho. En Guayaquil, lo más visto en julio fue: ‘Lorena’, ‘Olvidarte jamás’, ‘Los reyes’ y ‘Mi gorda bella’, todas de TC. En Quito, en cambio, la sintonía va para ‘Rebelde’, ‘La fea más bella’, ‘Código postal’, de Gamavisión, ‘América’ y ‘Tierra de pasiones’, de Ecuavisa.
Solo los noticieros y el cine que emite Red Telesistema logran competir con la sintonía que obtienen los melodramas.
Pero lo que sucede con las telenovelas vuelve a plantear la eterna cuestión: ¿Qué tipo de TV se obtiene en el momento en que se saturan las pantallas con aquellos programas que el público aparentemente prefiere? ¿La gente tiene qué elegir en el momento en que se llena la programación de telenovelas? ¿Rating o calidad? ¿Creatividad y riesgo vs. apuesta segura por el melodrama y la repetición?
Las telenovelas que llegan a gozar de algún favoritismo garantizan el rating, no hay duda. Y por eso las fórmulas exitosas se usan, abusan y explotan de mil maneras: repeticiones a granel, incluso los fines de semana, la reposición continua de series que fueron exitosas en su día, la edición de segundas partes y la nueva tendencia: el reciclaje de las ideas originales, en otros contextos, para volver a ser exitosas.
Ese es el caso de ‘Rebelde’ (original, argentina) y ahora de ‘La fea más bella’, que no es más que la versión mexicana de la exitosa ‘Betty, la fea’, colombiana. El asunto es que en cada adaptación hay pérdidas.
Detalles en el caso de la serie juvenil, notables para la Betty mutada en Letty.
En ‘Betty, la fea’, el planteamiento original era la lucha entre la inteligencia y la apariencia. En principio, gana la inteligencia, pero en el viraje de convertir a Betty en una atractiva mujer, el concepto no se mantuvo. En el camino entre el concepto y la traición al mismo, la telenovela tuvo estupendos momentos de ironía, crítica social, humor y personajes memorables. En la versión mexicana, el planteamiento original es la lucha entre la falta de belleza y la frivolidad. Nada más.
Letty no demuestra inteligencia y más que ingenua es tonta. Nada de ironía y sí muchos estereotipos y caricaturas de personajes. Letty no es Betty, por mucho que se venda la idea.
Nada de esto importa mucho. La novela vende bien y obtiene destacados ratings. ¿Qué más se puede pedir? Una propuesta más original y de mayor calidad, claro, pero eso no entra en muchos de los esquemas televisivos.
Porque el otro recurso de la telenovela actual no es que sea muy original, tampoco. Todo lo contrario, es lo más fácil y consiste en bajar la cantidad de ropa de los actores y subir el tono de las escenas eróticas. ‘Tierra de pasiones’, de Ecuavisa, y ‘Juegos prohibidos’ (TC) son dos ejemplos de esto, aunque lo terrible es que se trata de producciones con actuaciones deplorables e historias manidas, pero donde la cama es una protagonista central.
En cualquier caso, la vieja fórmula del melodrama está más viva que nunca. Como alguna vez planteó García Márquez: las telenovelas son demasiado importantes como para que los buenos escritores le den las espaldas.