El tenista argentino Guillermo Cañas manifestó su satisfacción por el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que le redujo en nueve meses una sanción de dos años por dopaje positivo, al señalar que le ha permitido "limpiar" su nombre.
"No siento bronca sino un placer enorme. Ahora ha quedado claro que yo no dije ninguna mentira, Limpié mi nombre", sostuvo Cañas, quien había sido suspendido el 21 de febrero del 2005 tras dar positivo de un diurético en el torneo de Acapulco, jugado en febrero de ese año.
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"Willy", como se le apoda al tenista bonaerense, dijo que lloró de emoción al enterarse de la decisión del TAS, el máximo organismo judicial deportivo, y señaló que se pondrá a pedir inmediatamente invitaciones a los torneos con el objetivo "de estar entre los mejores nuevamente".
"He pasado días tirado en la cama en los que me preguntaba por qué me pasaba a mí. Los momentos que antes eran monótonos hoy para mí son los más deseados", destacó.
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Cañas, que siempre se declaró inocente y afirmó que fue "injusta" y "poco transparente" la suspensión cuando ocupaba el décimo puesto en el escalafón mundial, comentó que los abogados españoles que tomaron su caso en primera instancia "no trabajaron bien".
"Luego se consiguieron nuevas pruebas y se pudo comprobar lo que antes no", explicó.
Según el TAS, se produjo "un error en la entrega de la medicación por el personal del torneo", aunque el tribunal descartó levantar la sanción a Cañas y aceptar totalmente su recurso, argumentando que el tenista pecó de "imprudente".
La sanción de Cañas, cuartofinalista el pasado año en Roland Garros y quien acumula seis títulos como profesional, concluirá ahora el 10 de septiembre del 2006.