Los dos primeros días de proyección de la película El Código Da Vinci en China auguran una prometedora taquilla, a pesar de la llamada al boicot de los católicos del país, que representan una minoría, informó ayer la prensa local.

El viernes, primer día de exhibición, una larga cola de espectadores se formó en los Cineplex del Oriental Plaza de Pekín, uno de los doce que proyectan la cinta en la capital, informó el diario China Daily.