Carlos Soria, de  54 años, y su esposa Elena López, de  47, fueron a ver Brokeback Mountain por “los diversos comentarios que habían escuchado del filme”. Ellos acudieron el pasado lunes a la función de las 19h00, de Cinemark (Mall del Sol). En principio la sala lucía vacía, pero a los cinco minutos de iniciada la proyección el número de  espectadores aumentó.

Ubicado en las butacas de atrás, Róger López, un vendedor de  25, comentaba a su novia, Sonia, que la cinta había ganado un Oscar por su banda sonora (del argentino Gustavo Santaolalla). Iba  a continuar con el comentario, pero la primera manifestación amatoria de Jack Twist (Jake Gyllenhaal) hacia Ennis del Mar (Heath Ledger) lo dejó sin habla. Fue  el único, porque  en la sala se escucharon risas, exclamaciones de sorpresa y hasta el característico silbido que se hace a las parejas.

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En adelante, el público se mostró atento a las escenas. Los comentarios bajaron su intensidad y se convirtieron en constantes murmullos, intensificados durante los secretos encuentros de  Jack y Ennis.

A Rosa Pelayo, de  45, la reacción de los presentes no le sorprendió. Al final de la función dijo que  ella era una de las que murmuraban porque “las historias de amor homosexuales siempre llaman la  atención. Creo que son el pan nuestro de cada día”.

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Soria y López también dijeron no haberse sorprendido con la cinta. “Pensé que iba a ser más fuerte. En mis tiempos no se veía esto, mas hay que  estar atentos porque  es un tópico actual”, dijo Soria.

A la salida del cine, una pareja de enamorados, Jorge y Ana María, debatían sobre la relación de los vaqueros de Brokeback Mountain. Él  recordó un texto bíblico y dijo: “Dios nos hizo hombre y mujer”, mientras que  ella ponderaba el amor de Jack y Ennis.

Jorge Medranda, coordinador del programa de diversidad sexual de la Fundación de Estudios Acción y Participación Social, establecida en Quito, indicó que los debates son necesarios. “Hace unos días propiciamos un cine-foro en el que analizamos la trama y el propósito del filme”.

En su opinión, la cinta de  Ang Lee  no ganó el Oscar a Mejor película porque “ataca  al estereotipo patriarcal que domina Estados Unidos y no explotó muchos aspectos, entre ellos las relaciones familiares de sus protagonistas”. Añadió que la cinta evidenció, además, la postura de muchos gays masculinos que prefieren mantener el estereotipo patriarcal y no salir del clóset.