Con un título tan sugestivo como La mujer de mi hermano es difícil esperar alguna sorpresa. Suena a uno de esos dramones insufribles que identifican más a los culebrones que ahora llegan de todas las latitudes latinoamericanas a la tele. Pero vemos las credenciales de este nuevo filme y el asunto responde más a los intereses de mucha gente inquieta de la industria cinematográfica de habla hispana, que en este caso se han lanzado al charco bajo la tutela del ya-no-tan “niño terrible” de las letras peruanas, Jaime Bayly. Él escribe y coproduce la película, adaptada de su novela.