El sábado anterior la basílica fue abierta, pero se cerró poco después. La Iglesia analiza la posibilidad de cerrar por un tiempo el lugar como sanción.
La parroquia de El Cisne se quedaría sin servicios religiosos por un tiempo, según el obispo de la Diócesis lojana, monseñor Hugolino Cerasuolo, en caso de aplicarse una pena canónica denominada “entredicho”, medida que no pretende castigar, sino enseñar, afirmó.
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La Iglesia analiza esta medida y para ello el titular de la iglesia en Loja solicitó asesoramiento a la Santa Sede. “Es una decisión que no se puede tomar a la ligera. He consultado con los mejores canonistas de la Santa Sede para tratar de hacer el menor daño posible, en caso de adoptar el entredicho”, señaló.
Monseñor Cerasuolo afirmó tener todo el apoyo de sacerdotes, el Nuncio Apostólico en Ecuador y, por supuesto, del Vaticano.
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La basílica de El Cisne está cerrada desde hace 56 días, a pesar de que el pasado sábado, unos 500 católicos que llegaron hasta el santuario abrieron la puerta de la basílica utilizando la fuerza y aprovechando que esta solo era resguardada por unas seis personas.
Una vez en el interior, los fieles protagonizaron una eucaristía y posteriormente se cerraron las puertas. Aproximadamente 100 miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas resguardan el pueblo, después de que el rector cuestionado, padre Juan Guanuche, nuevamente dejara el convento parroquial para refugiarse en la Diócesis de Loja.
Marchas
La semana anterior se registraron marchas y otros intentos para abrir el templo, de cuyas actividades dependen los habitantes de esa parroquia que se dedican al comercio y al turismo con los visitantes.
El pasado 15 de marzo la presidenta de la Junta Parroquial de El Cisne, Martha Jiménez, y un centenar de moradores del sector caminaron por las calles de Loja como respuesta a una convocatoria realizada por el comité pro defensa de El Cisne.
Los manifestantes acudieron ante el Gobernador de la provincia para entregarle un documento con la recolección de firmas de respaldo para reabrir el santuario.
Mientras ello sucedía en la propia parroquia, otro centenar de moradores y vecinos realizó otra marcha que intentó abrir las instalaciones de la basílica, la casa parroquial y el museo de El Cisne.
El objetivo no fue logrado pues miembros de la policía que se encuentran en custodia de las edificaciones no lo permitieron, porque no tenían una disposición al respecto.
Al haberse enterado de lo ocurrido y siendo llamado por esos moradores el padre rector del santuario Juan Guanuche retornó al santuario El Cisne para intentar retomar la dirigencia de la sede, pero no le fue permitido.
“Me quedo en este santuario por órdenes de la Iglesia, del Obispo y del Nuncio Apostólico”, manifestó ese día Guanuche, párroco de El Cisne, quien ha sido cuestionado por algunos habitantes de la población y en su mayoría adeptos a la dirigencia de la Junta Parroquial como “mal administrador y déspota”.
“Yo no me aferro al cargo. Yo obedezco a la Iglesia y la Iglesia me mantiene aquí. El día que el Obispo me diga que salga, saldré y otro tendrá que tomar la batuta”, aseguró el religioso al defenderse.
VERSIONES
Mediación
El comandante de la Brigada de Infantería Siete de Loja, Lenín Ubidia, intervino como facilitador entre las partes y convocó a una reunión, pero nadie acudió.
Gobernador
El gobernador de Loja, Luis Correa, asegura que busca una forma de solucionar el problema, pero sin utilizar la violencia. “He consultado con el Ministro de Gobierno y está de acuerdo conmigo en que no se puede provocar la violencia”.
Obispo
El obispo Hugolino Cerasuolo acusa a movimientos políticos de izquierda de estar detrás de la protesta.