La agrupación deleitó al público quiteño por casi dos horas y media, en el concierto que ofreció el  pasado sábado en la Capital.

QUIZÁ PARA la ciudad no fue más que una tarde y noche de sábado cualquiera. No así para los más de 6.000 aficionados del grupo español Mago de Oz. Desde las 16h00, dos horas antes de que comenzara el espectáculo, los fanáticos empezaron a vivir la fiesta.

Publicidad

En la estación sur del trolebús, algo parecido a un mar de camisetas negras se dirigía a la línea enlace  que pasa cerca del estadio de Aucas, ubicado en el sector de Chillogallo, donde se realizó el concierto.

Ya a las 17h00, la alegría se hacía cada vez más intensa al ingresar al lugar. Algunos llegaban a tribuna y  asistieron a cancha.

Publicidad

Aproximadamente a las 18h25, la banda guayaquileña Black Sun abrió el concierto en medio de algunas malas caras, debido que los asistentes insinuaban “no parecen rockeros, tienen pinta de poperos”.
Sin embargo, la calidad del grupo y de su disco Tyrant from a foreing land, de a poco los hizo ganar adeptos. Una hora duró su presentación, en la que no faltaron  covers de bandas como Judas Priest.

Luego, a las 19h32, fue la hora de Mago. “Ole, ole, ole, mago, mago…” gritaba el público. Subió  al escenario Txus, baterista y compositor español con una bandera  de Ecuador entre sus manos.

 La voz dormida y Satania fue el primer tema de su presentación, que terminó a las 22h10 e incluyó su último disco Gaia II. Mago de Oz fusionó folk y heavy metal.

Con doce músicos dominó   el escenario. La agrupación mostró preocupación por las desigualdades sociales, esa fue la razón por la que decidió no tocar en Estados Unidos, con lo cual rechazó la política exterior de ese país.

Lejos de los temas serios, Txus fue capaz de salir al escenario con mallas transparentes y cantar la versión cursi de Dust in the wind, de Kansas, que tituló Pensando en ti.

Sus fans también disfrutaron de canciones como Hasta que el cuerpo aguante, El poema de la lluvia triste, Aquelarre, Jesús de Chamberí, La rosa de los vientos y se enloquecieron bailando Fiesta pagana. 

Quedó claro, desde el comienzo, que la banda española Mago de Oz ha renovado su propuesta musical y ha ganado nuevos fanáticos desde su primer disco, que fue editado en 1994.