La agrupación deleitó al público quiteño por casi dos horas y media, en el concierto que ofreció el pasado sábado en la Capital.
Sin embargo, la calidad del grupo y de su disco Tyrant from a foreing land, de a poco los hizo ganar adeptos. Una hora duró su presentación, en la que no faltaron covers de bandas como Judas Priest.Luego, a las 19h32, fue la hora de Mago. “Ole, ole, ole, mago, mago…” gritaba el público. Subió al escenario Txus, baterista y compositor español con una bandera de Ecuador entre sus manos. La voz dormida y Satania fue el primer tema de su presentación, que terminó a las 22h10 e incluyó su último disco Gaia II. Mago de Oz fusionó folk y heavy metal.Con doce músicos dominó el escenario. La agrupación mostró preocupación por las desigualdades sociales, esa fue la razón por la que decidió no tocar en Estados Unidos, con lo cual rechazó la política exterior de ese país.Lejos de los temas serios, Txus fue capaz de salir al escenario con mallas transparentes y cantar la versión cursi de Dust in the wind, de Kansas, que tituló Pensando en ti.Sus fans también disfrutaron de canciones como Hasta que el cuerpo aguante, El poema de la lluvia triste, Aquelarre, Jesús de Chamberí, La rosa de los vientos y se enloquecieron bailando Fiesta pagana. Quedó claro, desde el comienzo, que la banda española Mago de Oz ha renovado su propuesta musical y ha ganado nuevos fanáticos desde su primer disco, que fue editado en 1994.","isAccessibleForFree":true}
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Una noche para el embrujo de la banda española Mago de Oz
La agrupación deleitó al público quiteño por casi dos horas y media, en el concierto que ofreció el pasado sábado en la Capital.
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