El ex presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, falleció ayer en la prisión de la Corte Penal Internacional de La Haya, donde se le seguía desde el 2002 un proceso en el Tribunal de Crímenes de Guerra para la antigua Yugoslavia.
Enfrentaba 66 cargos de genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad. Tenía 64 años y sufría de presión alta y males cardiacos. Se desconocen las causas de su muerte.
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Slobodan Milosevic fue instigador de graves crímenes en cuatro guerras balcánicas entre 1991 y 1999: en las ex repúblicas yugoslavas de Eslovenia, Croacia (25.000 muertos), Bosnia-Herzegovina (250.000) y la provincia serbia Kosovo.
Hubo crímenes de guerra cometidos por todas las partes implicadas, pero las imágenes de los campos de exterminio serbios de Omarska, Karatan, Manjaca, Trnopolje y Bratunac dieron la vuelta al mundo, al igual que Srebrenica, en Bosnia, donde los serbios mataron a 8.000 hombres y niños musulmanes.