Más de 10.000 pasajeros permanecían varados este viernes en la segunda jornada de una huelga que paralizó los vuelos de cabotaje e internacionales de las compañías Aerolíneas Argentinas y Austral, ambas de un grupo español, informó este viernes una fuente de la firma.
  
La medida de fuerza en reclamo de aumentos salariales que llevan adelante los pilotos y técnicos de Austral y Aerolíneas, la principal firma aerocomercial local, obligó a suspender 46 vuelos este viernes, además de los 29 cancelados sorpresivamente el jueves.
  
Los gremios tenían previsto cesar la protesta en las próximas horas, pero el secretario de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró,  advirtió a la radio FM La Isla que "no está garantizado el servicio ni este ni el próximo fin de semana, ni en Semana Santa, y si la cosa sigue así, no van a estar garantizados ni en los carnavales del año que viene".
  
"Si hiciéramos lugar a los petitorios de los dos gremios en conflicto, estaríamos firmando el certificado de defunción de la compañía", sostuvo Julio Scaramella, portavoz de la empresa, en declaraciones a Radio Diez.
  
En tanto, debido al malhumor de los pasajeros varados en los aeropuertos  internacional de Ezeiza (32 km al sur) y en el capitalino Jorge Newbery, el  sindicato que agrupa a los empleados de rampa y de tráfico aéreo decidió retirar al personal de los mostradores.
  
El gremio alegó que "no hay condiciones de seguridad" para sus afiliados, pero negó que la medida implique un paro de actividades.
  
Aerolíneas Argentinas y Austral fueron privatizadas en 1990, con Iberia como único oferente de la licitación, pero una grave crisis la puso al borde de la quiebra en 2001 y obligó al Gobierno a venderlas a un grupo encabezado por la española Marsans.