Ni la copiosa lluvia logró desanimar a la escuela de samba Portela cuya presentación cerró los desfiles del carnaval de este año al despuntar el alba este martes en Río de Janeiro.

La segunda y última noche de desfiles, descritos como los mayores que ya viera el carnaval de Río de Janeiro, comenzó el lunes por la noche con miles de mujeres envueltas en plumas y flores rindiendo homenaje a la mujer de Brasil.

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La escuela Porto da Pedra abrió la segunda y última jornada de desfiles con 3.720 bailarines que encantaron a los 70.000 espectadores del Sambódromo con una samba llamaba   Bendita seas entre las mujeres de Brasil y una monumental carroza representando a Eva naciendo entre las aguas de una gigantesca fuente.

El productor musical estadounidense Quincy Jones desfiló sobre una de las carrozas del grupo Portela que cerró los desfiles que durante las noches de domingo y lunes cruzaron la avenida principal del estadio del Sambódromo, con capacidad para 70.000 personas. La ganadora será anunciada el miércoles por la tarde.

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Fue increíble. La samba es fantástica. Quiero comprar el disco, dijo Jones a los periodistas al final del desfile. Dijo que fue su segundo carnaval en Río de Janeiro en casi medio siglo tras asistir en 1956.

Del lado de los espectadores otros famosos, como el rapero estadounidense Sean Combs conocido como Puff Daddy o P. Diddy.

El desfile de Portela fue el último de las 14 grandes escuelas de samba que desde el domingo por la noche

La escuela ganadora del carnaval, entre las 14 que desfilaron domingo y lunes, será anunciada el miércoles por la tarde.

La Mangueira, la primera en ser declarada campeona del carnaval en 1932, presentó el lunes un homenaje al Río San Francisco, conocido aquí como el río de la unidad nacional.

Con enormes carrozas, algunas hasta de 60 metros, Mangueira presentó a algunos bailarines que parecían flotar por la avenida vestidos como si fueran pequeños botes.

Al entrar en la avenida principal del Sambódromo con sus 4.500 bailarines, Mangueira fue recibida por los espectadores agitando miles de banderines rosados y verdes, dos colores con lo que se identifica la escuela, que tiene uno de los mayores club de seguidores.

Otras dos favoritas del público, Viradouro y Mocidade Independente, presentaron la primera un fantástico recorrido por 500 años de arquitectura en Brasil, desde las chozas indígenas hasta castillos y las favelas, mientras Mocidade recordó sus 50 años de vida como grupo de samba.

Muchos fanáticos mencionaron una posible victoria de la escuela Unidos da Tijuca, que sólo cuenta con un campeonato ganado en 1936 y el año pasado sorprendió a muchos llegando en segundo lugar.

Unidos de Tijuca presentó un viaje por los ritmos musicales del mundo, lo que escenificó con miles de bailarines representando una orquesta de música clásica, pasando por Carmen Miranda, el rock con bailarines vestidos de blanco y capas como Elvis Presley, hasta las bandas sonoras de conocidas películas para lo que utilizó una carroza cargada con bicicletas y niños, como la famosa escena de la película ET.

La última escuela en desfilar esta madrugada fue Portela, una de las más antiguas de la ciudad y con el récord de 21 campeonatos, pero ninguno de ellos desde 1984 cuando el desfile se realiza en el Sambódromo.

Pero la escuela a vencer es Beija Flor, que ha ganado los tres últimos campeonatos de forma consecutiva y desfiló en el primer grupo de siete escuelas el domingo.

La decisión de la ganadora está en manos de un jurado que examina 10 elementos distintos del desfile de una escuela, desde la música y letra de la samba hasta el entusiasmo que genera el grupo entre los espectadores o cómo los miembros de la escuela se desplazan en el tiempo máximo de 80 minutos por los 700 metros de la pista principal del Sambódromo.

La rigidez del panel de jueces puede hacer que una escuela pierda hasta por una décima de punto. La ganadora conseguirá como premio poco más del honor de ser declarada la campeona porque no se entrega un premio en metálico.