En una sociedad que se preocupa cada vez más por la imagen, dos empresas de EE.UU. hicieron realidad el sueño infantil de miles de americanos: tener un muñeco de acción que es réplica exacta de uno mismo.
Este vanidoso juguete para adultos, lanzado por las empresas Herobuilders y Highly Flammable Toys, cuesta un mínimo de 400 dólares, pues el precio varía según el número de accesorios y características físicas con las que se encargue el muñeco.
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Este próspero y novedoso negocio de los muñecos de acción personalizados, bautizados como “mini yo”, nació hace cuatro años en Herobuilders, pequeña fábrica de Connecticut, pero es ahora cuando ha comenzado a despegar, gracias, sobre todo, a un público más maduro.
“Fuimos pioneros en el 2002 con figuras de acción de George Bush; después pasamos a modelar otros políticos y estrellas del pop, hasta llegar a las figuras personalizadas al gusto de nuestros clientes”, declaró Emil Vicale, presidente de Herobuilders.
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En el caso de Highly Flammable Toys la historia fue algo distinta: lo que comenzó como un hobby con el que su propietario, Russell Tucker, homenajeaba a sus amigos en fiestas, ahora se ha convertido en un jugoso negocio que duplica sus ventas cada año.
Desde que en el 2003, Highly Flammable Toys lanzó al ciberespacio su tienda on line ha recibido cientos de pedidos, que se han concretado en el modelado y fabricación artesanal de algo más de 140 figuras exclusivas.
“Cada figura es algo único y eso es lo que lo hace especial”, aseguró Tucker.