Al menos nueve burros fueron detenidos ayer por la policía de Andacollo, en el norte de Chile, acusados por vagancia, destrozar áreas verdes e irrespetar el medio ambiente.

A los burros se les aplicó la ordenanza municipal que prohíbe el tránsito de animales por la vía pública y fueron trasladados a un corral habilitado para cumplir “su arresto”, precisó Wladimir Barraza, encargado del área de jardines de esa pequeña ciudad.

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Según la norma municipal de Andacollo, a 522 kilómetros al noreste de Santiago, los animales deben tener identificación y registro. Aparentemente, en las calles de la ciudad, los asiduos visitantes son los burros y no los turistas.