En manos de la Comisión de Defensa Profesional se encuentra el caso de la inspectora general del colegio fiscal Rafael García Goyena y rectora del establecimiento particular Miguel de Letamendi, Teresa Troya Morejón, donde hace dos años se detectaron irregularidades con promociones y pases de año.
Las falsificaciones de documentos también afectaron a los planteles San Vicente y Camilo Destruge, de Guayaquil.
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La queja la presentó el 9 de julio del 2004 a la Dirección y Subdirección Provincial de Educación el rector del colegio Camilo Destruge, César Burgos, quien denunció el caso de dos estudiantes que se matricularon en el tercero y cuarto cursos de su establecimiento, detectándose posteriormente que ellas habían reprobado los años segundo y tercero, respectivamente, en el colegio Rafael García Goyena.
Las estudiantes presentaron certificados de matrículas y promociones otorgadas por el colegio particular Miguel de Letamendi, del cual es rectora la supervisora general del García Goyena.
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En la investigación se estableció que varios de los documentos emitidos por el colegio particular Miguel de Letamendi no eran legales, versión que la ratificó la rectora Teresa Troya, quien dijo que la firma que allí consta no es la que utiliza en sus actos públicos.
La rectora habló “de mala fe de sus detractores, quienes de manera perversa forjaron documentos al margen de la ley para causarle daño”.
Un informe final emitido por el supervisor de Educación, Wilson Guarderas Toscano, vincula a la rectora Teresa Troya y a su hermana, Karina Troya, secretaria del colegio Miguel de Letamendi en ese periodo lectivo, como responsables de las irregularidades anotadas.