Su verdadero nombre es Carlos Eduardo Rodríguez, pero en la década del setenta lo cambió a Marco porque era más corto.

En sus 35 años de carrera musical el argentino Marco asegura no haber dejado de escribir canciones. Sin embargo, en los escenarios, su público incluido el ecuatoriano no le permite cantar otras composiciones que no sean las que popularizó en la década del setenta. Entre ellas, Tarde, Por qué razón te estoy queriendo tanto y Extraño.

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El artista se  encuentra desde la semana pasada en el país. Llegó para ofrecer varios conciertos. El principal lo brinda hoy, a las 20h00, en el hotel Ramada. Lo acompañarán los grupos nacionales La Biblia y Van Mozart, el solista Félix Casares, el músico Vicente Viteri y el showman Vicente Loor.

Delgado, de baja estatura y voz grave, Marco –cuyo verdadero nombre es Carlos Eduardo Rodríguez– considera que las composiciones actuales son “pancho” (hot dog) y hamburguesa. “No duran mucho. Apenas unos 20 días. Son contadas las que se quedan. Antes se escribían temas que, como en mi caso, han perdurado décadas”.

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Con ello, advierte, no quiere decir que él se haya quedado en el pasado. Aunque en Ecuador solo se escuchan sus baladas del ayer,  ha escrito y musicalizado melodías pop y rítmicas como Sol negro, “que pegó mucho en mi país y cuenta con unas 50 versiones grabadas por otros artistas”.

Asegura cantar con la misma tonalidad de cuando tenía 18 años (cumplió 59). “No la he perdido porque no bebo ni fumo y solo trasnocho cuando me presento o encierro en el estudio de mi casa a componer”.

El baladista, que empezó a cantar en los sesenta y grabó su primer disco en 1970, ha escrito para artistas como José Luis Rodríguez, José José, Manuel Mijares y Valeria Linch. “En marzo iré a Los Ángeles, Estados Unidos, para producir para una cantante de 13 años que actuará en un filme (no dice el nombre)”.