El presidente chileno, Ricardo Lagos, promulgó este fin de semana la ley de Protección a la Capa de Ozono, con la cual Chile se compromete a cumplir el ordenamiento internacional sobre la materia.
La iniciativa legal implica que Chile reducirá progresivamente el consumo de cloro-fluoro-carbono (CFC), bromuro de metilo y alones, usados en los procesos de refrigeración, aerosoles y en la agroindustria, y que son los principales causantes del agujero.
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Junto con oficializar la normativa, Lagos recalcó la necesidad de que los países desarrollados asuman el daño atmosférico, como causantes del debilitamiento de la capa y del efecto invernadero.
Dijo que al respecto realizará “un llamado concreto a los líderes de las economías más desarrolladas”.