Equipos de rescate reflotaron un buque cisterna con casi 5 millones de galones (19 millones de litros) de petróleo y gasolina este viernes, un día después de que la nave encallara en Alaska y causara un pequeño derrame de crudo, dijeron funcionarios estatales y la Guardia Costera.
Las brigadas de emergencia vaciaron el agua del buque para hacerlo más liviano y luego usaron tres barcos remolcadores para arrastrar a la nave, el Seabulk Pride, hacia aguas más profundas durante una marejada baja ocurrida alrededor de las 17h30 GMT, dijo Lynda Giguere, portavoz del Departamento de Conservación del Medio Ambiente de Alaska.
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La Guardia Costera condujo una investigación preliminar y determinó que había fuga de líquido.
"Los tanques de carga están totalmente intacto, la manera en que están integrados es buena y no hay pérdida de producto", dijo el capitán Mark Devries, de la Guardia Costera, en una conferencia de prensa.
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El buque de 183 metros de eslora rompió la línea de amarre el jueves cuando fue golpeado por una masa de hielo mientras cargaba petróleo residual y gasolina sin plomo en la refinería de la empresa Tesoro Corp. TSO.N en Nikiski, en Cook Inlet, al suroeste de Anchorage.
Alrededor de 75 galones (285 litros) de petróleo fueron derramados en las aguas de Cook Inlet y otros 125 galones (475 litros) se esparcieron por la cubierta del buque cuando la masa de hielo lo golpeó y causó la rotura de la manguera de carga, según las autoridades de Alaska.
La carga y descarga de buques ha sido suspendida, pero el capitán Devries dijo que el viernes en la noche comenzarían las discusiones para reanudar los embarques a la refinería Tesoro y otras instalaciones vecinas.
La nave es propiedad y está operada por una filial de Seacor Holdings Inc. CKH.N y era fletada por Tesoro.
El buque cisterna será trasladado al sur, a la bahía Kachemak, donde buzos inspeccionarán el casco de la nave y realizarán inspecciones más extensas durante los próximos días, dijo la Guardia Costera.
El barco cargaba cerca de 4 millones de galones (15 millones de litros) de petróleo residual y asfalto que no es refinado en las instalaciones de la empresa de Tesoro en Nikiski.
También cargaba cerca de un millón de galones (3,8 millones de litros) de aceite búnquer, gasolina, petróleo pesado y diésel, dijeron las autoridades de Alaska.
En 1989, el supertanquero Exxon Valdez encalló en un arrecife de Alaska y derramó alrededor de 11 millones de galones (42 millones de litros) de petróleo crudo.