La hija mayor del ex dictador Augusto Pinochet, Lucía Pinochet Hiriart, fue detenida ayer por agentes policiales al arribar a Santiago desde Washington, a donde había huido de la justicia chilena en el marco del Caso Riggs sobre las millonarias cuentas secretas de su padre en el exterior. A su llegada a Santiago tras una escala en Buenos Aires, la hija mayor del ex dictador, de 64 años, permanecerá detenida en Santiago como mínimo hasta mañana en la Escuela de Gendarmería, donde también se encuentra el ex presidente peruano Alberto Fujimori, en proceso de extradición.
No fue llevada a una prisión, para no dar la impresión de que es tratada con demasiada dureza y pueda volver a alegar “persecución política”.
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El juez Carlos Cerda decretó el pasado lunes su arresto por evasión tributaria de unos 860.000 dólares y uso de pasaportes falsos. Ahora la Corte de Apelaciones decidirá su libertad previo el pago de una fianza de tres millones de pesos (5.600 dólares).
A su llegada declaró que decidió regresar “debido a todo lo que se ha dicho” de ella en los últimos días.
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Lucía Pinochet estaba en una cárcel de Arlington, Virginia, en una celda de unos cinco metros cuadrados que solo tenía una cama y un lavamanos. Fue obligada a vestir el uniforme de los presos, trasladada con esposas a declarar ante el juez de inmigración.