En este mes es cuando se siente con mayor profundidad la ausencia de los seres queridos.
La soledad, la tristeza y la nostalgia se apoderan del emigrante; les hace falta el calor familiar, los amigos, las celebraciones y costumbres que son solo nuestras.

En estas fechas el emigrante se acuerda también de los políticos que han gobernado el país y que no han podido sacarlo adelante. Cuántas vidas se han perdido, cuánto dinero ha ido a parar a manos de las mafias que trafican con seres humanos, los coyotes y chulqueros, las familias se han fragmentado. La migración es un problema humano y social y debe ser tratada como política de Estado.

La promesa que hicieron los emigrantes de regresar cuanto antes cada vez se hace más lejana; las condiciones de vida en el país no han cambiado, hemos sido mal administrados, con  corrupción,  que causa desprestigio internacional y vergüenza para el emigrante.

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Freddy Alberto Pino T.
Milagro