En su mensaje de Navidad pronunciado desde el balcón de la Basílica de San Pedro el papa Benedicto XVI llamó ayer a la humanidad del tercer milenio a un despertar espiritual para no “ser víctima de los éxitos de su inteligencia”.
En su primer mensaje de Navidad, transmitido por las televisiones del mundo entero, frente a una plaza de San Pedro llena de gente, el Papa añadió: “el hombre de la era tecnológica, si se encamina hacia una atrofia espiritual y a un vacío del corazón, corre el riesgo de ser víctima de los mismos éxitos de su inteligencia y de los resultados de sus capacidades operativas”.
“La época moderna es por lo regular presentada como un periodo del despertar de la razón, como la llegada de la humanidad a la luz”, pero “sin Cristo”, dijo, “la luz de la razón no es suficiente para esclarecer al hombre y al mundo”.
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“Dejándose guiar por el amor de Cristo”, afirmó Benedicto XVI, “la humanidad unida podrá afrontar los problemas numerosos y preocupantes del momento presente”.
Entre esos citó “la amenaza terrorista, las condiciones de humillante pobreza en la que viven millones de seres humanos y la degradación del medio ambiente que amenaza al futuro del planeta”.
Además oró porque los pueblos latinoamericanos vivan en paz y concordia.
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Luego de su mensaje, el papa Benedicto XVI dirigió sus saludos de Navidad en más de 30 idiomas.
Además de los habituales italiano, francés, inglés, alemán, español, polaco y portugués, pronunció unas palabras en árabe, swahili, chino, hebreo, sueco, georgiano, japonés, latín, entre otros.