Las familias de izquierdistas y ex guerrilleros abatidos en el gobierno de León Febres-Cordero (PSC) iniciaron una campaña de recopilación de pruebas para enjuiciar al ex mandatario por presuntos delitos de lesa humanidad.

Miguel Jarrín, hermano de Arturo Jarrín, uno de los líderes del desaparecido grupo Alfaro Vive Carajo y abatido en 1986, dijo ayer a la AFP que la acción busca que Febres-Cordero responda por los excesos durante su gestión.

Los intentos por llevar a Febres-Cordero a la justicia se apoyan en los testimonios de ex guerrilleros que por primera vez hablaron en público sobre su experiencia en un foro organizado por la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad Católica.