El Partido Comunista del Uruguay (PCU) informó de 35 tumbas clandestinas en el norte del país, que se suman a los hallazgos de restos de desaparecidos, mientras el gobierno resiste presiones para anular la Ley de Caducidad, que impidió juzgar a los violadores de los derechos humanos durante la dictadura (1973-1985).