Chile cuenta desde ayer con un moderno submarino Scorpene de tecnología francesa, capaz de desplazarse a 20 nudos y disparar 18 cohetes desde sus seis tubos de lanzamiento.

El moderno submarino, bautizado O’Higgins y que llevará 38 tripulantes, llegó a Valparaíso después de navegar 49 días desde el puerto francés de Cherburgo y es el primero de dos navíos encargados por la Armada chilena para reemplazar viejas unidades.

La llegada del submarino a aguas chilenas coincide con una controversia entre Chile y Perú luego que este último país desconoció las fronteras en el mar que, según Santiago, están consagradas en acuerdos internacionales firmados por 1952 y 1954 por los dos países más Ecuador.