Explosiones de artefactos de escasa potencia hirieron a tres personas en una base militar y frente a un oficina pública mientras Venezuela se apresta a participar en sus elecciones legislativas que no incluirán a la oposición por primera vez en 46 años de democracia.
  
La Fiscalía General informó que una bomba de fabricación rústica estalló cerca de una oficina del gobierno, el viernes por la tarde y causó lesiones ligeras a un hombre de 22 años y a un adolescente, afirmó Aryeli Vera, portavoz de la procuraduría. Otros dos explosivos al parecer de granada estallaron en la base militar Fuerte Tiuna en Caracas, e hirieron de gravedad a un policía de 31 años, agregó.
    
No quiero responsabilizar a toda la oposición, pero si hay sectores absolutamente irracionales en el campo de la oposición que creen que con esas actuaciones pueden perturbar el desarrollo del proceso, dijo el vicepresidente José Vicente Rangel el sábado a los periodistas.
  
El presidente Hugo Chávez acusó a los principales partidos de la oposición de planear una conspiración respaldada por Estados Unidos al decidir un boicot electoral días antes.
    
Como lo denuncié hace 48 horas, lo ratifico hoy, el gobierno imperialista arremete otra vez contra Venezuela, dijo Chávez la noche del sábado en un mensaje a la nación.
  
Afirmó que el boicot es un intento de golpe a la institucionalidad. Destacó que es apenas un grupo sumamente minoritario de candidatos el que se ha retirado, 10,08% de 5.516 candidatos.
    
Mienten y tratan de abonar el terreno de la desestabilización, es una renuncia mediática, un plan preparado por la Casa Blanca, por el Pentágono, por sus lacayos aquí, añadió.
  
El gobierno de Estados Unidos ha negado su participación, mientras que la oposición ha manifestado que no participará porque no considera que las condiciones permitan que se realice una votación justa.
  
El retiro de la contienda electoral de las principales, fuerzas opositoras del país le abrió el camino al oficialismo para hacerse del control total del congreso, y dejar a la debilitada y fracturada oposición fuera del principal foro político.
  
Chávez instó el viernes a las fuerzas armadas a mantenerse alerta. El ministro de Defensa, vicealmirante Orlando Maniglia, dijo que 120.000 militares custodiarán el proceso.
  
El mandatario no ha escatimado esfuerzo en llamar a sus seguidores a volcarse a las mesas de votación para derrotar el boicot, que ha denominado una nueva conspiración de la oposición. Se retiraron de la contienda los partidos Acción Democrática, Primero Justicia, el Socialcristiano Copei, Proyecto Venezuela, y el bloque de la Zulianidad.
  
La oposición se retiró de los comicios alegando que el Consejo Nacional Electoral (CNE) está controlado por el oficialismo y no garantiza elecciones limpias, mientras que el gobernante izquierdista ha denunciado que salieron del proceso porque no tienen pueblo ni votos.
  
Algunas encuestadoras estimaron, hace varios meses, que la mayor parte de los candidatos oficialistas lograrían, gracias al respaldo popular de Chávez, el triunfo.
  
La gestión de Chávez tenía para octubre pasado una aprobación de 68%, según un estudio que hizo la encuestadora privada Datanalisis entre 1.300 personas a nivel nacional con un margen de error de 2,7%.
  
El mandatario solicitó a sus candidatos transformar el nuevo Congreso en un instrumento poderoso para acelerar en paz su revolución socialista.
  
Algunos dirigentes oficialistas han asegurado que entre sus prioridades estará la modificación de la Constitución para ampliar el período del presidente, gobernadores, alcaldes, diputados y concejales. Esta modificación le permitiría a Chávez gobernar, de resultar reelecto el próximo año, más allá del 2012. En la actualidad el período presidencial es de seis años.
  
El presidente del Congreso, Nicolás Maduro, indicó que en la agenda del 2006 estarán la Ley de Policía Nacional, que contempla la unificación de las policías de todo el país en un solo cuerpo y las reformas a las leyes de Bancos y Educación.
  
Rangel reconoció esta semana que con la oposición fuera de la contienda el único  enemigo a vencer será la abstención.
  
Las encuestadoras privadas Hinterlaces y Keller y Asociados estimaron a mediados del mes pasado, antes del retiro masivo de la oposición, que la abstención en estos comicios podría superar 70%, muy por encima del nivel de 44% que se registró en la última elección de diputados del 2000.
  
En las elecciones del domingo se elegirán 167 diputados para la Asamblea Nacional, 12 miembros del Parlamento y cinco integrantes del Parlamento Andino para un período de cinco años.
  
En el país hay una población electoral de unos 15 millones.
  
El presidente del CNE, Jorge Rodríguez, defendió el sábado el sistema de votación y aseguró que muchos de los candidatos de oposición se mantienen en la carrera electoral.
  
Precisó que de 5.516 candidatos sólo 556 han formalizado su renuncia. El plazo para retirar las candidaturas venció en la tarde del sábados.
  
Rodríguez no aclaró cuantos de los candidatos que no se retiraron de los comicios del domingo son opositores y cuantos son simpatizantes del oficialismo.
  
Muchos de los partidarios del presidente Chávez lanzaron su candidatura al margen de los partidos oficiales luego de ser excluidos del mecanismo electoral conocido como Las Morochas, que le da la posibilidad al partido ganador de acreditarse una cifra de escaños aun por encima del total porcentual de los votos obtenidos.
  
Funcionarios del gobierno culpan a Washington de incubar el boicot opositor a las elecciones y acusan a la organización no gubernamental Súmate, que recibió fondos del congreso de los Estados Unidos, de ser un instrumento de la conspiración.
  
En una declaración insólita, Súmate invitó a los venezolanos a ir a alguna iglesia u templo al mediodía del día de las elecciones para orar en favor de comicios transparentes y justos.
  
El grupo no mencionó si esta a favor del boicot o no.
  
El canciller venezolano Alí Rodríguez catalogó como mercenarios del gobierno norteamericano (estadounidense) a los líderes de Súmate, afirmando que el objetivo del grupo es intentar restarle legitimidad el proceso electoral que es justo.