El presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, convocará una consulta popular para el próximo 22 de enero, con el fin de instaurar una Asamblea Constituyente plenipotenciaria que redacte una nueva Carta Magna, informó esta tarde la Presidencia.
Palacio, que según indicó la fuente a los periodistas anunciará el referendo en una cadena nacional de radio y televisión hoy mismo, decidió enviar su decreto de convocatoria al Tribunal Supremo Electoral (TSE), sin pasar por la revisión del Congreso, con el que ha mantenido un enfrentamiento por este asunto.
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El gobernante, según la Presidencia, considera que "debe ser el pueblo de Ecuador" quien decida si hay Asamblea Constituyente, pues "la soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es la base de la autoridad, que ejerce a través de los órganos del poder público y de los medios democráticos".
El presidente ecuatoriano quiere preguntar en su consulta: "Dispone usted que se convoque a elección universal, directa y secreta de representantes a una Asamblea Constituyente, para reformar institucionalmente el Estado y expedir una nueva Constitución?"
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Palacio propone que la Asamblea Constituyente sea integrada por dos representantes elegidos en cada una de los 22 provincias del país, además de otro asambleísta por cada 200.000 habitantes.
Además, el jefe del Estado propone que los candidatos a la Asamblea, en caso de que triunfe su consulta, se presenten tras demostrar el respaldo del 0,25 por ciento del padrón electoral, de unos ocho millones de votantes.
Los candidatos más votados serán elegidos como representantes de la Asamblea, que se instalará a los 125 días de que se proclamen los resultados de la consulta popular del 22 de enero.
El TSE, por orden del Ejecutivo, deberá organizar, dirigir, vigilar y garantizar el proceso de la consulta popular en la fecha señalada.
El Gobierno decidió poner en marcha la consulta luego de que el TSE le negara la autorización hace un par de meses, por considerar que la Constitución exigía que fuese aprobada por el Congreso.
El Ejecutivo entonces envió el texto de su consulta al Parlamento, que se niega a proponer una Asamblea Constituyente y en su lugar propone una Asamblea Constitucional, con atribuciones limitadas para reformar ciertos aspectos de la Carta Magna.
El trámite en el Legislativo se ha demorado, lo que ha generado fuertes críticas de los sectores sociales que apoyan a la Asamblea Constituyente.
El jefe del Estado ha insistido en que está dispuesto a poner su cargo en consideración de la Constituyente y que aceptará su destitución si esa Asamblea se lo exige.
De esta manera, el presidente Alfredo Palacio se adelantó a la decisión del Congreso, que en sesión extraordinaria había decidir dar una negativa a la calificación urgente de realizar la consulta, que el Ejecutivo envió hace ya un mes al Parlamento.
La petición de realización directa de la consulta la realiza el gobierno mediante decreto ejecutivo # 893, que será enviado al Presidente del Tribunal Supremo Electoral, Gilberto Vaca, amparado en el artículo 104 de la Constitución, dijo Radio Sonorama.