Más de 700 de los 5.000 pastores luteranos suecos firmaron un documento de protesta contra la decisión del mes pasado de brindar bendiciones formales a las parejas del mismo sexo, que consideran que se tomó bajo la presión de políticos de izquierda.

“Esto comenzó muy pequeño pero ahora la revuelta se está ampliando al modo en que se toman las decisiones en la iglesia”, dijo ayer el pastor Yngve Kalin, quien dirige una de las facciones de la iglesia que juntó las firmas, desde su parroquia en el oeste de Suecia.

La cuestión de las uniones gay divide a las iglesias alrededor del mundo y a laicos y clérigos. Suecia se enorgullece de su igualdad sexual y ha ordenado mujeres desde 1960. El último papa Juan Pablo II canceló una audiencia que iba a mantener con el arzobispo K.G. Hammar en 1998 debido a su defensa de la causa homosexual.

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La iglesia sueca ya permite las bendiciones eclesiásticas informales para las parejas gay y los grupos de lucha por los derechos de los homosexuales y lesbianas dieron la bienvenida a la ceremonia formal para las parejas registradas oficialmente, que consideran un paso hacia los casamientos por iglesia.

Pero algunos clérigos creen que la ceremonia contradice la doctrina de la Biblia.