El Ministerio de Defensa evitó realizar algún  pronunciamiento frente a la decisión del Parlamento peruano de aprobar una ley que fija las líneas de base de su frontera marítima al sustentarse en la denominada teoría de la bisectriz. “Son los niveles diplomáticos,  los que deben opinar al respecto”, dijeron ayer fuentes de esa Secretaría de Estado.

Sin embargo, el 12 de enero pasado, a propósito de una consulta que realizó el Ministerio de Energía sobre la conveniencia del contrato para la exploración y explotación de hidrocarburos del bloque 5 del Golfo de Guayaquil a través del consorcio Sundown Clipper, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, hizo ya una referencia a la posición marítima de Perú.

Mediante oficio 050014, el entonces jefe del Comaco, Víctor Hugo Rosero, indicó al ministro de Energía, Eduardo López, que “considerando el latente reclamo por parte del Perú en lo referente al establecimiento del límite marítimo referido al tema de la teoría de la bisectriz, sería muy conveniente a los intereses del país el emprender un proyecto de esta naturaleza por cuanto nos permitiría hacer presencia física en un área que eventualmente sería pretendida por los intereses del vecino del sur”.

Publicidad

Ese documento añade, que en octubre de 2003, en el Consejo de Seguridad Nacional se analizó un informe sobre las estrategias para enfrentar la teoría peruana de la bisectriz y en el que se sugería mayor participación del Estado ecuatoriano en ofertas de concesión para la exploración y exportación de recursos hidrocarburíferos, entre otros, en la zona fronteriza marítima sur y su área de influencia.