La Asamblea Nacional solo deben integrarla juristas de reconocida capacidad sin importar  edad, tendencia política o lugar de nacimiento; pues ellos son los más apropiados  para redactar un tema muy complicado como es dictar una Constitución.

Parecería un contrasentido señalar que los juristas al realizar su labor deban estar acompañados por asesores en materias especiales sobre las que se va a legislar. Asesores en agropecuaria,  salud, educación, etcétera, quienes serían los que explicarían la esencia del asunto; y los juristas les darían forma y procedibilidad a las normas.

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No le den mucha vuelta al asunto. Si aman a la patria no deben poner trabas a una acción que anteriormente nada bueno consiguió, porque no la integraron con personal idóneo, sino con deportistas, cantantes..., que para el asunto nada tenían que hacer.

Ab. José E. Méndez Robayo
Guayaquil

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Me permito sugerir que se suprima la idea de realizar una consulta popular improcedente y en su lugar nos pronunciemos en  una Asamblea Constituyente, por los motivos siguientes: la anterior consulta popular no tuvo  repercusión en la escena nacional, pues el Congreso desatendió los pronunciamientos de dicho referéndum.

Tanto las mesas de diálogo como la propia consulta son un engaño al pueblo; se van a gastar millones de dólares en su realización, mientras los hospitales carecen de medicinas, los sueldos de maestros y médicos permanentes estáticos, la mendicidad y la pobreza invaden las ciudades, hay falta de empleo, mientras la burocracia dorada se eleva los salarios y los legisladores tienen prebendas de viáticos, sueldos y remuneraciones especiales sin preocuparse del dolor de los ciudadanos que votaron por ellos para que legislen en sentido humano y patriótico.

La consulta popular se hace solo a favor de los temas que le interesa al círculo gobernante. ¡Basta ya del engaño de una  consulta! Vayamos a buscar el mejoramiento de la patria por medio de la Asamblea Constituyente.

Ab. Carlos A. Linares Barco
Guayaquil

La verdad es que el país no gana nada con eso que se ha dado en llamar consulta popular, porque al pueblo no le importa un comino.

Para corroborar mis apreciaciones, cúmpleme transcribir una parte de las declaraciones periodísticas de cierto ex candidato a la Presidencia que dijo: “...El pueblo por alguna razón psicológica o sociológica se niega por completo a emplear su inteligencia en la atención política”.

Sin alargarme más, solo diré que en lo que sí deben preocuparse los que gobiernan el país es en la educación para la niñez ecuatoriana y que se olviden de la tal consulta popular, y que ese dinero sirva para las escuelas.

Bolívar Reyes Altamirano
Guayaquil