En el hogar, una central de automatización y una serie de pequeños controladores situados en tomas eléctricas  gobiernan el accionar de luces, persianas o electrodomésticos.

Su utilidad puede ser tan simple como en el encendido  de  lámparas o tan sofisticado como  el control de un sistema de vigilancia por teléfono, internet o mensajes cortos, cuenta Luigi Jara, gerente de Smart Home.

Dado que estas  centrales emplean la red eléctrica del hogar para comunicarse con cada uno de los aparatos, no es necesaria la instalación de nuevos  cables en la casa. Además, puesto que la central es capaz de  adaptarse a  diversas tecnologías y cargas eléctricas del hogar, se puede incrementar su capacidad  poco a poco, afirma Guillermo Digerolamo, gerente  de Integral Iluminación.

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El precio de centrales sencillas, que solo controlan el alumbrado del hogar, va desde $ 100 y aquellas con un sistema de alarma incorporado cuestan desde $ 300, dice Jara. Proyectos más completos como el  del control  de un departamento llegan a $ 1.200, indica Digerolamo.

A pesar de ello, para muchos usuarios, el ahorro de energía –cerca del 20%– y la extensión de la vida útil de focos dado el control de intensidad de luz son ventajas atractivas de este tipo de sistemas.