Para ser directos, Batalla en el cielo, de Carlos Reygadas, es una de esas películas que los críticos de cine más especializados (o más dogmáticos, como prefieran) adoran, mientras que el público común y corriente da la espalda.

Esas posiciones tan extremas se reflejan bien en estas dos críticas: “Historia seca, directa, con silencios y sin falsos pudores, consiguiendo momentos e imágenes de una gran belleza. (...) una de las películas más interesantes del año”, dice Nuria Vidal,  de la revista especializada Fotogramas. En tanto, Marín Bellón del ABC de Madrid escribe lapidariamente: “Sopor en la Tierra. La película empieza y termina con una felación. En medio, la nada”.
 
Personalmente, me identifico con el segundo criterio. Batalla en el cielo trata de ser un filme transgresor e impactante. El director mexicano ha declarado para La Jornada de México que “ver a una chica joven y rica chupársela a un hombre mayor y pobre puede molestar. Superficialmente hay un asombro estético, pero el tabú es más profundo si se basa en la diferencia social. Si el hombre fuera un traficante rico, la chica sería tachada solo de prostituta”.
 
Sin embargo, las buenas intenciones no siempre son buenas películas. Más que revulsivo, Batalla en el cielo resulta aburrido. Probablemente, sea por la forma en que Reygadas concibe su estética cinematográfica: “Uno de los riesgos es que estamos tan habituados a la actuación en caliente (como en el teatro), que en el momento que no vemos ese teatro filmado, mucha gente se desconecta de la película y piensa que no le gusta. Pago ese precio y no voy a secuestrar al espectador durante dos horas”.
 
Tal idea resulta, vista en la pantalla, por lo menos polémica. En cualquier caso, cabe recordar que Reygadas es uno de los realizadores mexicanos con más tribuna en los festivales internacionales (en tres años ha logrado colocar sus dos proyectos en los festivales más importantes, como Cannes y San Sebastián).

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Muchos ven en su filme una interpretación histórica muy ajustada del México actual. El argumento tiene su “veneno”:
Marcos (Marcos Hernández), un chofer mestizo que trabaja para un general, secuestra con la ayuda de su mujer a un bebé que muere de forma accidental. Marcos demuestra ser mucho más frágil de lo que se esperaba y empieza a derrumbarse.
Confiesa lo que ha hecho a Ana (Anapola Mushkadiz), la hija de su jefe, una chica que se prostituye por placer. Ana y la mujer de Marcos intentan, cada una por su lado, ayudarlo, pero es inútil, ya es demasiado tarde. Marcos se hunde en el abismo y arrastra con él a Ana durante un extraño peregrinaje a la basílica de Guadalupe.

La obra de Reygadas está ahí. Algunos la odian otros la adoran. ¿Dónde se ubicará usted? Se exhibe hoy, a las 21h30, en el MAAC Cine.

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Otros filmes

Hoy
A las 16h30 de hoy, en el MAAC Cine se exhibirá el filme Casi dos hermanos. Y a las 19h10, la cinta La sombra del caminante.

Mañana
A las 16h30 de mañana estará en cartelera El destino no tiene favoritos. A las 19h10, Play y a las 21h30, Casi dos hermanos.  Las cintas son parte de la selección de películas del Festival Cero Latitud.