España seguirá reforzando el perímetro fronterizo entre sus enclaves de Ceuta y Melilla y Marruecos, afirmó este lunes el ministro español del Interior, José Antonio Alonso, que en la solución del problema involucró a la Unión Europea y a las autoridades marroquíes.
"Vamos a seguir reforzando cada vez más el perímetro en las ciudades autónomas y las condiciones de la valla", que separa ambos enclaves ubicados al norte de Marruecos, indicó Alonso en rueda de prensa.
Las declaraciones del ministro se producen horas después de que unos 650 inmigrantes subsaharianos clandestinos asaltaran la barrera fronteriza entre Melilla y Marruecos para pasar del lado español, en un avalancha de una violencia "desconocida" en la que resultaron heridos al menos 135 de ellos.
La "represión absoluta de las mafias" que trafican con la inmigración ilegal y el control de la inmigración serán las dos cuestiones en las que España trabajará con la "máxima determinación", sostuvo Alonso, para quien los asaltos en la frontera hispano-marroquí constituyen un "problema muy serio y muy duro".
El ministro español subrayó que "no se trata solamente de un problema de España", sino que incumbe a la Unión Europea (UE) y a Marruecos.
"Estamos haciendo gestiones muy intensas con la Unión Europea y con Marruecos, que en la cumbre de Sevilla asumió compromisos" sobre el control de la inmigración ilegal.
Los jefes de gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Marruecos, Driss Jettu, se reunieron el pasado jueves en Sevilla, sin que trascendieran acuerdos especiales sobre control migratorio.
"La colaboración de Marruecos es indispensable" para controlar la inmigración, afirmó Alonso, en cuya opinión "el comportamiento de Marruecos va y tiene que mejorar en cumplimiento de los compromisos acordados", antes de citar como ejemplo que las fuerzas de seguridad marroquíes detuvieron el lunes a "más de cien personas vinculadas al asalto" fronterizo de esta madrugada en Melilla.