Judith Miller, la periodista del diario The New York Times encarcelada por negarse a revelar sus fuentes, fue liberada el jueves tras aceptar testificar en una investigación federal sobre la filtración del nombre de una agente secreta de la CIA, informó este viernes el periódico.
Miller, quien pasó 12 semanas en una prisión cerca de Washington, fue liberada al aceptar trestificar luego que su fuente renunció a la confidencialidad, indicó el diario.
"Yo fui la fuente. Lewis Libby, jefe del gabinete de vicepresidnete Dick Cheney", dijo el diario, citanto a "personas que fueron oficialmente informadas del caso".
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"Es bueno estar libre", dijo Miller en un comunicado librado por su periódico, que añade que la periodista podría testificar tan pronto como este viernes.
"Fui a la cárcel para preservar el largamente honrado principio de que un periodista debe respetar la promesa de no revelar la identidad de una fuente confidencial. Yo escogí asumir las consecuencias -85 días en prisión- más que violar esa promesa", dijo Miller.
"Hoy dejo la prisión porque mi fuente me liberó voluntaria y personalmente de mi promesa de confidencialidad sobre nuestras conversaciones relativas al asunto Wilson-Plame", indicó en referencia a la filtración de la identidad de la agente secreta Valerie Plame, cuyo esposo, el ex embajador Joseph Wilson, acusó a la Casa Blanca de manipular la información sobre armas de destrucción masiva en Irak para justificar la guerra.
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"Esto me permite aparecer ante el Gran Jurado mañana. No diré nada más hasta que presente mi testimonio", añadió en el comunicado.
El pasado 6 de julio, un juez de Washington ordenó la encarcelación de Miller por haberse negado a revelar a un fiscal sus fuentes respecto a la filtración de información sobre el nombre de una agente de la CIA, aunque la periodista nunca publicó el artículo.
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El periodista Matthew Cooper, de la revista Time, evitó la cárcel tras ser relevado por su fuente, Karl Rove, principal asesor del presidente George W. Bush.