Los contratos con empresas privadas para ayudar a los sobrevivientes de los huracanes Katrina y Rita están bajo sospecha de derroche de fondos, fraude y favoritismo.
El diario The New York Times denunció que más del 80% de los contratos firmados por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) por unos 1.500 millones de dólares, fueron atribuidos sin licitación o ante un número limitado de ofertas.
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The Washington Post destacó ayer un contrato por 236 millones de dólares con Carnival Cruise Lines para alojar damnificados por seis meses en tres de sus cruceros.
Las naves están actualmente medio vacías a orillas del Mississippi y en la bahía de Mobile (Alabama), pero aunque estuvieran colmados con 7.116 personas durante seis meses, el precio por persona sería de $ 1.275 la semana, cuando un crucero por el mismo tiempo cuesta $ 599.
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La empresa AshBritt, ligada al gobernador de Mississippi, el republicano Haley Barbour, obtuvo un contrato por 568 millones de dólares, para limpiar desechos.
Además se adjudicaron contratos a Kellogg, Brown and Root, filial del grupo Halliburton, que fuera dirigido por el vicepresidente Dick Cheney y acusado de sobrefacturación en Iraq, y a la firma Bechtel, estrechamente ligada al entorno de Bush.
También se detectaron fraudes de empleados federales autorizados a usar tarjetas de crédito del Gobierno con un límite de 250.000 dólares.
El Congreso ya destinó más de 62.000 millones de dólares adicionales para las tareas de socorro, que posiblemente ascenderá a 200.000 millones.
Ayer, varios senadores denunciaron que el gobierno de Bush bloquea un paquete de 9.000 millones de dólares en asistencia médica para cientos de miles de evacuados porque no quiere que el Medicaid, seguro de salud, se extienda a ancianos, discapacitados y familias pobres con niños.