Al menos 15 iraquíes murieron y más de 30 resultaron heridos en distintos atentados perpetrados hoy en Iraq, al mismo tiempo que el Gobierno confirmó la muerte del presunto "número dos" del brazo de Al Qaeda en este país.

El primer ataque ocurrió sobre las 08h00 horario local (04h00 GMT), cuando un hombre joven armado con un cinturón explosivo hizo detonar la carga en la comisaría central de Baquba, 60 kilómetros al noreste de Bagdad, en medio de un grupo de policías que esperaban la asignación de su patrulla diaria.

Según explicó a EFE una fuente policial, el estallido segó al instante la vida de una decena de agentes y causó heridas a unos 30, algunos de ellos muy graves, por lo que los servicios médicos no descartaban que la cifra de víctimas mortales aumente.

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Cuatro horas después, hombres armados mataron a tiros a un soldado iraquí e hirieron a otros tres tras un emboscada tendida en el barrio de Al Jadra, en el sector oeste de la capital.

Casi al mismo tiempo, otra partida de pistoleros asaltó un convoy militar que transportaba prisioneros desde el Ministerio de Interior a la cárcel de Abu Ghraib, conocida por haber sido el escenario de las torturas de las tropas estadounidenses.

Dos de los prisioneros perdieron la vida y otras doce personas, entre ellas cuatro guardias, resultaron heridos, informó un portavoz del Ministerio de Interior.

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Helicópteros estadounidenses intervinieron el rescate y trasladaron a los heridos, ocho de ellos también prisioneros, a un hospital militar, agregó.

También en la capital, cinco civiles iraquíes resultaron heridos al ser tiroteado un vehículo todoterreno de una compañía de seguridad estadounidense.

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En el centro de Kirkuk (norte), perla petrolera de Iraq, un capitán de la policía antiterrorista fue asesinado por presuntos insurgentes, mientras que en el este de la ciudad un agente de la policía murió el estallar una bomba al paso de una patrulla de las fuerzas de seguridad.