Estados Unidos abogó este jueves por un "diálogo fructífero y constante" entre Bogotá y Quito, en procura de impedir que los roces surgidos por las fumigaciones de narcocultivos en la frontera afecten la relación entre los dos países.

La embajadora estadounidense en Ecuador, Linda Jewell, consideró oportuno que el gobierno de Alfredo Palacio y el de Álvaro Uribe resuelvan mediante esa fórmula el "debate" por la erradicación con herbicidas que efectúa el gobierno colombiano con el apoyo de  la Casa Blanca.

"Lo importante es que como vecinos tengan un diálogo muy fructífero y constante para evitar problemas y malentendidos entre los dos países", declaró la diplomática en una entrevista concedida a Ecuavisa.

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Jewell se abstuvo de opinar sobre los resultados del Plan Colombia contra las drogas y los grupos rebeldes, tras las críticas que han formulado dirigentes ecuatorianos que cuestionan su efectividad. "Es un plan del gobierno de Colombia, entonces allá están en mejor posición de evaluar su progreso", comentó.

El presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, habló el domingo ante el plenario de Naciones Unidas para pedirle al organismo que intervenga en la polémica que sostiene con Bogotá en torno a las fumigaciones en la frontera. "Los estudios médicos adolecen de deficiencias, por eso solicito a la ONU promover un análisis fidedigno para detener el impacto", declaró.

El gobernante ecuatoriano insistió en que Colombia restrinja las fumigaciones con herbicidas a una franja fronteriza de 10 km hasta tanto se realicen estudios "eficientes y con resultados" que descarten efectos secundarios.

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Su colega colombiano, Álvaro Uribe, se ha rehusado al pedido de Quito, argumentando que dispone de un estudio de la OEA que niega dichas consecuencias.

Visados mexicanos
En otro tema, Jewell descartó que el Gobierno de su país haya sugerido al de México que solicite visados a los ecuatorianos. "No tuvimos nada que ver", puntualizó.

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La decisión mexicana de exigir visa a los ecuatorianos, anunciada a principios de mes, levantó una serie de críticas de diversos políticos y activistas de Derechos Humanos en el país andino que calificaron a la medida como "xenófoba" y "segregacionista".

Los analistas consideraron que las medidas migratorias también podían ser una maniobra política del presidente mexicano, Vicente Fox, para "congraciarse" con el Gobierno de Washington, debido a que miles de emigrantes indocumentados tratan de llegar a Estados Unidos cruzando la frontera por México.

El pasado 8 de septiembre el régimen de México anunció su decisión de pedir visas a los ciudadanos de Brasil, Ecuador y Sudáfrica, que quieran visitar ese país. Pero esta decisión no fue bien recibida por el gobierno ecuatoriano que anunció que aplicaría el principio de reciprocidad para los ciudadanos mexicanos.