Las autoridades italianas decidieron suspender ayer  los experimentos con la píldora abortiva RU-486 iniciados hace una  semana en un hospital de Turín.

La decisión del Ministerio de Salud fue tomada después de las protestas suscitadas en medios religiosos  y  los  riesgos observados en una paciente que presentaba una fuerte hemorragia.

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Cinco años después de ser solicitado el permiso para ensayar la píldora, un  hospital de Turín había sido autorizado a aplicar el método en 400  mujeres.

“Se podrá volver a experimentar después de cumplir con los requisitos  exigidos por el Consejo Superior de Sanidad”, indica la nota.

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La píldora se emplea como alternativa al  aborto en varios países de Europa.